Las conurbaciones son la expresión de la ciudad que está en proceso de expansión espacial hasta que logra integrarse territorialmente con la más próxima. El desarrollo de la urbanización entre éstas se debe a al menos un interés común como redes de interconectividad, como por ejemplo centros recreativos, productivos, industriales o comerciales que se encuentran en las periferias de las ciudades que forman la conurbación, bajo la necesidad de conectividad con estos espacios se comienza con la construcción de vías de acceso y expansión de los centros poblados.
Como consecuencia de la expansión de la urbe, el uso del suelo cambia en los sectores de la interconexión de las ciudades. En el caso de la conurbación de Quillota que integra las áreas urbanas de Hijuelas, Limache y La Cruz ha sufrido las consecuencias de este fenómeno, que no está ajeno a la realidad nacional producido por le crecimiento económico y demográfico durante las últimas 2 décadas.
Dependiendo de la intensificación de los nuevos procesos en el espacio las magnitudes de los impactos varían, pero en su mayoría tienen en común la degradación de los espacios naturales con cambio y uso del suelo.
En la conurbación de Quillota, en el Valle de Aconcagua, la expansión de la red urbana se emplaza en suelos agrícolas, reemplazando las zonas de cultivo de uno de los terrenos con mayor capacidad de agricultura de los valles transversales de la zona central, además de poseer un microclima privilegiado dentro del país de subtropicalidad.
Dentro de este contexto es donde comienzan las interpretaciones de la urbanización y los múltiples impactos que ejerce sobre el territorio, sinergias y entropías que alimentan el espacio.
Pero en este caso ¿Cómo se construye la nueva territorialidad y como se dinamizan los impactos?. Dado a que el territorio es el espacio geopolítico está asociado a un sistema administrativo, que regula los procesos sociales y el aprovechamiento de los recursos naturales del entorno, de manera que se puedan usar y manejar de forma sustentable. La conurbación viene a reunir dos espacios políticamente con diferentes enfoques por lo tanto surgen las problemáticas sociales, económicas y ambientales.
Bajo este último punto las principales consecuencias de la expansión urbana afectan a la degradación de los recursos en especial a los hídricos, flora nativa y la erosión
del suelo.
Aliaga C., Castro C. Evaluación de la pérdida de suelo, asociada al proceso de expansión urbana y reconversión productiva. Caso: comunas de Los Andes, Quillota y Concón, valle del Aconcagua. Revista de Geografìa Norte Grande. Nùmero 45. Disponible en www.geo.puc.cl/html/revista/PDF/RGNG_N45/art03.pdf
"Ya hemos reconocido que la ciudad es un sistema vivo, y al hacerlo hemos pasado a otorgarle un status de sistema predispuesto a todo proceso de colisiòn y descomposiciòn, recorrido en diversas direcciones inestables (...), la sociedad urbana està hecha de choques, roces, competencias, rivalidades, rupturas, reajustes. Todas, en efecto, existen con una base de equilibrio inestable entre las fracciones que las conforman". Manuel Delgado (1999), texto Ciudad liquida, ciudad interrumpida.
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